Sumergirse en el pasado,  viendo la sencillez de nuestros antepasados,enmarcado todo en la melancolía

de un mundo que quedo en el pasado, pero que vive gracias al recuerdo de apenas brotes a veces de nuestra mente que rememora recuerdos perdidos de la niñez cuando visitábamos la casa de los abuelos o alguna tía no muy cercana y observamos curiosos la elegancia de sus cortinas de sus muebles o de sus objetos personales ; que lo mismo que ahora nos arroban el alma y nos dejan extasiados viendo que aun existen algunos en museos, otros en coleccionistas algunos con anticuarios,otros rodando por ahí de mano en mano.